América del sur

La ciudad de Medellín, fue la ciudad que Danny Liska eligió como punto de partida para recorrer la última etapa de la carretera panamericana. Allí le esperaba su compañera para llevarle rodando al extremo sur de sudamérica.
En la frontera de Colombia y venezuela, en la selva del "Catatumbo" (Cúcuta) y al otro lado del río de oro, Danny Liska iba en busca de los hombres más peligrosos de la tierra: "Los indios Motilones"

Tras varios intentos por encontrar un guía que lo llevaral al territorio de los "motilones,"Danny Liska tubo que abandonar la idea seguir adelante por los peligros que conllevaba. Años más tarde, volvería en busca de esta tribu.

Pero sus aventuras continuaban. Ahora, a lomos de su BMW - R60, iba en busca de los "Indios Jíbaros", en la tierra de Achuara, (Ecuador).
Era muy difícil encontrar una auténtica cabeza reducida, "Tsants," ya que el comercio que había sobre ellas, era engañoso a veces.

Bajando por el Perú, a lo largo del desierto de "Atacama", desierto que cambiaba a cada paso y siempre hermoso, Danny Liska deja atrás el lago de Titicaca y el río Amazonas, para pasar a Bolivia, donde respiraría el aroma de "La puerta del sol y el Tiahuanaco."

"Bajo la mirada del cono perfecto de nieve del Osorno, llegué a la región de los lagos del sur de Chile, navegue en barco por algunos de ellos, y luego seguí las huellas de una maquina quitanieves hasta la frontera con Argentina.
La palabra carretera nunca se usa en la Patagonia. en mitad del camino entre el pacifico y el atlántico comprendí por qué (ellos), siempre se referían a las huellas en lugar de carretera o camino.

Finalmente llegue al estrecho de Magallanes donde los románticos barcos de 1800 con rueda lateral me conmovieron.

Primero fue el barro, despùes cellisca, hielo y nieve y así, cayéndome de la motocicleta como una cincuenta veces, atravesé la tierra del fuego para continuar mi camino a Ushuaia .

A medida que iba bajando de las montañas, el camino se hacia cada vez mejor. Llegué hasta el azul del canal de Beagle. De repente me dí cuenta que a ambos lados del camino había edificios y supe que había llegado a Ushuaia , mi destino final. No había banda de musica para recibirme, y comenzó a invadirme una extraña sensación de desilución.

Por lo menos, a debido aparecer otro río desboradado para cruzar, un dragón mas para degollar. Todo era demasiado fácil ese día. y peor aun: yo estab allí... y ¿ AHORA QUE?.

Y así terminó el primer viaje por tierra de Alaska a la Argentina. La distancia más corta entre ciudad del círculo, (Circle city) Alaska, y Ushuaía, Argentina, es menos de 20.000 millas. pero yo hice muchos recorridos por los lados en mi viaje; mi tacometro indicaba que yo había andado algo más de 65.000. debido a que la carretera del Tapon del Darién está todavia sin terminar, la ruta por tierra desde Alaska hasta la ARgentina, es todavia solo para aventureros"